lunes, 7 de diciembre de 2009

EPIDEMIOLOGÍA

Definición.
La degeneración macular relacionada a la edad (DMRE), también conocida como degeneración macular asociada a la edad o antiguamente llamada degeneración macular senil, es la causa más frecuente de perdida visual central irreversible en uno o ambos ojos en las personas mayores a los 50 años de edad en Europa y en Estados Unidos.

La estimación más reciente sugiere que hay más de 3 millones de personas ciegas debido a DMRE, representando el 9% de la ceguera en el mundo. Aproximadamente 1.75 millones de personas en Estados Unidos presentan la forma avanzada de DMRE, mientras que siete millones pueden tener DMRE intermedia. Aunque un estimado de 80% de pacientes con DMRE tiene la forma seca o atrófica (no neovascular), la DMRE neovascular puede ser responsable de casi 90% de la pérdida intensa de la visión (agudeza visual [AV] 20/200 o peor).

En México no tenemos estadísticas sobre la incidencia o prevalencia de la enfermedad; sin embargo, se estima por estudios epidemiológicos que la prevalencia estimada es de 10% en latinos residentes de Los Ángeles. Solamente la catarata y el glaucoma superan esta incidencia, sin embargo a diferencia del glaucoma y de la DMRE, la ceguera por catarata es reversible.

Los cambios histológicos y clínicos causados por esta enfermedad llevan la continuidad de ser desde alteraciones maculares leves que no afectan importantemente la función visual hasta trastornos tan severos manifestados con la perdida irreversible de la misma.

Patogénesis.
La patogénesis de la DMRE en la actualidad sigue siendo un enigma, digamos un rompecabezas, donde muchas piezas del mismo no han sido apropiadamente acomodadas, mas aún, algunas todavía se encuentran perdidas. No obstante, lo actualmente conocido en la fisiopatología de esta enfermedad será explicada en el transcurso del tema.

En la mayoría de reportes de estudios histopatológicos al igual como epidemiológicos, se describe una fase temprana y una fase tardía, con una franca progresión de la perdida visual entre ambas. Esta clasificación se basa principalmente en los cambios histológicos que ocurren en el área macular.

En la DMRE en su fase temprana se definen las Drusas al igual que la proliferación o Hipertrofia del Epitelio Pigmentario, mientras que en la fase tardía se enumeran la Atrofia Geográfica del Epitelio Pigmentario, el Desprendimiento del Epitelio Pigmentario, la Neovascularización Subretiniana también conocida como Neovascularización Coroidea y la Cicatriz Fibrovascular Disciforme.

Incidencia y prevalencia.
La incidencia de adquirir la fase tempana de la enfermedad es del 30% en las personas mayores a los 50 años de edad, con una incidencia de manifestar la fase tardía del 4% - 8% en personas mayores a los 70 años, sin embargo la prevalencia se incrementa a 19.6% en las personas mayores a los 85 años, lógicamente se espera que a medida que aumenta la esperanza de vida, aumente también la incidencia de esta patología.

Factores de riesgo.
Diferentes factores de riesgo se conocen en la fisiopatología de la enfermedad. Aún y que la edad avanzada muestra un importante factor de riesgo en esta patología, la etiología exacta no es bien conocida describiéndose multifactorial.

El único factor de riesgo reconocido para el desarrollo de la DMRE avanzada es la edad.

El tabaquismo es considerado como un importante factor predisponente, el riesgo de presentar la fase tardía de esta enfermedad es de 3 veces mayor en pacientes fumadores que en los no fumadores. El estudio The Blue Mountains Eye Study, realizado en Australia, concluye que el tabaquismo puede contribuir con más de 20% de nuevos casos de ceguera en personas mayores de 50 años

Factores estrogénicos también se han discutido ya que el factor de riesgo es de 2.5 mayor en el sexo femenino en relación al masculino de presentar la fase tardía de la enfermedad.

La mayor incidencia de presentar esta patología en pacientes de piel blanca que en los de piel obscura (0.1% en negros; 3.5% en blancos, mayores de 50 años), sugiere una posible predisposición genética.

Este último factor es fuertemente sustentado por diferentes estudios. Se reportó en pacientes gemelos que el tiempo y la forma de presentación de esta enfermedad es prácticamente la misma. Es conocido que el 60% de los pacientes que padecen la forma tardía de este padecimiento, tienen familiares con cambios maculares muy similares. Otro estudio reportó, que en un grupo control de pacientes con DMRE, el patrón oftalmoscópico entre ellos y sus familiares era prácticamente idéntico, a diferencia del presente en sus cónyuges o amigos que sufrían la misma enfermedad.

Otros factores de riesgo referidos en la DMRE son, el iris claro, la hipermetropía, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y diferentes enfermedades cardiovasculares.

Otros factores de riesgo pueden incluir niveles bajos de antioxidantes. Los datos de estudios observacionales han sido inconsistentes en la identificación de concentraciones plasmáticas reducidas de las vitaminas antioxidantes C y E, carotenoides, luteína/zeaxantina y zinc como factores de riesgo para la DMRE. Los resultados del AREDS, un estudio clínico de asignación al azar sobre suplementos alimenticios, demuestran un efecto benéfico de dosis elevadas de vitaminas antioxidantes (vitaminas C, E, beta caroteno) y de la adición de zinc para reducir la progresión a DMRE avanzada en 25%. Varios estudios también han identificado una asociación entre la ingesta de grasa y DMRE avanzada. Informes similares a aquellos sobre los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, basados en población, han demostrado una disminución del riesgo de DMRE con una dieta basada en ácidos grasos poliinsaturados de cadenas largas omega 3, que por lo general se encuentran en el pescado. El riesgo de DMRE se incrementa en individuos con una dieta basada en mayor cantidad de grasa saturada, así como en aquellos con un índice de masa corporal elevado.

Se ha considerado que algunos marcadores de infamación pueden estar relacionados con una progresión más rápida de la enfermedad. Otros factores que se han considerado en varios estudios, con resultados poco concluyentes, incluyen el estado hormonal, la exposición a los rayos UV y el consumo de alcohol.

Es importante reconocer que no se ha encontrado una relación causal definida con ninguno de estos factores de riesgo.

http://www.youtube.com/watch?v=qiD2sxXhOFU&feature=player_embedded#
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17491602

Complement factor H increases risk for atrophic age-related macular degeneration.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16828512

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