lunes, 7 de diciembre de 2009

TRATAMIENTO - TERAPIA FOTODINÁMICA

Terapia fotodinámica.
En abril del año 2000, la FDA aprobó el uso de la Terapia Fotodinámica (TFD) con Verteporfina (Visudyne. Novartis) en el tratamiento de la NVC clásica subfoveal secundaria a la DMRE. La TFD se convirtió en la terapia de primera línea, después surgieron una serie de estudios (TAP y VIP entre otros), que sugirieron el uso de esta terapia en algunos otros tipos de NVC, situando al láser térmico en un plano menos requerido.

La TFD consiste en la inyección de un colorante (Verteporfina) en el torrente sanguíneo. La característica de este colorante es de ser fotoreactivo. El colorante es inyectado en la circulación venosa periférica del paciente durante 10 minutos y después de 5 minutos (tiempo que tarda el colorante en saturar la NVC), es activado durante 83 segundos por un láser no térmico en el espectro infrarrojo. Este láser activa el colorante a nivel de la NVC, lo que provoca una reacción química capaz de causar una lesión en el endotelio de los neovasos, resultando en una trombosis y oclusión de la membrana. Por causas bioquímicas los vasos normales del torrente retiniano y coroideo no son afectados. Este tratamiento podría en ciertos casos repetirse en varias ocasiones durante el transcurso de dos años. No se han reportado complicaciones sistémicas ni locales importantes en esta modalidad terapéutica, sin embargo el paciente debe evitar la exposición solar en el transcurso de 48hrs a 72hrs posteriores al tratamiento.

El beneficio de la TFD es reservado pero preciso, un estudio reciente mostró que el riesgo relativo de perder tres o más líneas de visión en un ojo tratado al cabo de 24 meses comparado con el grupo control placebo es 0.77, otro estudio demostró mejoría visual del 16% en los pacientes tratados con TFD contra el 10% del grupo placebo, mejoría de más de tres líneas de visión en el 6% en los pacientes tratados contra el 4% del grupo placebo y una estabilidad del 50% en los ojos tratados contra el 30% del grupo placebo, lo que descifra su limitada eficacia.

En uno de los estudios más relevantes al respecto, el estudio TAP (Treatment of Age-related Macular Degeneration with Photodynamic Therapy), se observó una ventaja muy evidente en el tratamiento durante los primeros dos años después de la asignación. En estos ensayos se incluyeron lesiones subfoveolares de hasta 5 400 µm de diámetro más grande, y la agudeza visual la preasignación se extendió de una AV de 20/40 a 20/200. Se consideró el beneficio del tratamiento para el grupo tratado en su totalidad. En la evaluación del mes 24, 213 de 402 pacientes tratados con TFD (53%), comparados con 78 de 207 pacientes del grupo placebo (38%) perdieron menos de 15 letras de agudeza visual.

En el análisis de los subgrupos para las lesiones de predominio clásico desde la basal (en el cual la composición del área de lesión clásica implicó por lo menos 50% del área total de la lesión), 94 de 159 pacientes del grupo tratado con Verteporfina (59%), comparados con 26 de 83 pacientes del grupo placebo (31%), perdieron menos de 15 letras de agudeza visual en la evaluación del mes 24.

El grupo de lesiones mínimamente clásicas (en el que la composición del área de lesión clásica implicada era <> 0% del área total de la lesión) no existieron diferencias estadísticamente significativas en la agudeza visual. Con base en los análisis de los subgrupos, las recomendaciones para el tratamiento son para las lesiones con predominio clásico, las cuales se ven francamente beneficiadas sobre el resto de los grupos tratados.

Otro de los estudios principales, el estudio VIP (Verteporfin in Photodynamic Therapy Study Group), muestra que los ojos tratados con TFD y Verteporfina que presentaban lesiones subfoveales ocultas sin componente clásico con progresión reciente de la enfermedad pueden reducir el riesgo de la pérdida moderada y grave de la agudeza visual, en particular si las lesiones son relativamente pequeñas (menos de cuatro zonas del disco de MPS) o la agudeza visual es relativamente baja (un equivalente aproximado de Snellen 20/50 o peor). En la evaluación de 24 meses, 29% de ojos tratados con TFD y Verteporfina, en comparación con 47% de ojos del grupo placebo perdió 30 letras (seis líneas) o más de la visión.
http://translate.google.com.mx/translate?hl=es&langpair=en%7Ces&u=http://www.visudyne.com/

Complicaciones de la TFD.
Pérdida intensa de la visión en la primera semana, la cual puede ser permanente en 1 a 4% de los pacientes.

Extravasación del sitio de la infusión, la cual requiere ser cubierta por cinco días o hasta que se normalice para evitar daño por exposición a la luz.

Dolor de espalda durante la infusión del medicamento en 1 a 2% de los casos.

Reacciones de fotosensibilización (exposición directa a la luz solar).

Contraindicada en pacientes con Porfiria.

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